La exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe, Silvia Gette Ponce, negó haber participado en el asesinato del ganadero Fernando Cepeda.

En la audiencia en la que se le procesa como presunta responsable, cuestionó a los exparamilitares que la señalaron como determinadora de ese crimen, "amparados en la ley de Justicia y Paz".

Gette Ponce leyó una declaración en medio de la cual se fue en llanto.

“Nunca en mi vida había tenido que presenciar tal situación, lo cual ha marcado mi vida, porque soy totalmente inocente de todo lo que se me ha acusado”,  expresó Gette.

La exrectora aseguró que fue víctima de un montaje impulsado, según dijo, por intereses económicos alrededor del legado de su esposo y de la propia universidad. 

“La víctima soy yo. Me han querido destruir, me han vinculado con todo delito que se presenta en la zona”, aseguró Gette. 

La señalada precisó que ha “enfrentado alrededor de 14 procesos penales. El soborno es el claro ejemplo de su manipulación. No hay una sola evidencia concreta que me vinculara, ni con el supuesto pedido que realizó el doctor Arcadio Martínez Pumarejo, ni con el dinero que portaba. Jamás podría afirmar que Arcadio hizo algún ofrecimiento de mi parte. No había forma de que me condenaran en dicho proceso”. 

Silvia Gette relató que tras su captura, el 12 de febrero de 2013, fue sometida a una intensa persecución que incluyó la revocatoria de su detención domiciliaria, pese a que, según su versión, no existían pruebas que la relacionaran con grupos paramilitares.

“No hay una sola evidencia que me vincule directa o indirectamente con algún miembro de esas organizaciones. Todo ha sido producto de mentiras y manipulación”, afirmó.

En su intervención, también señaló directamente al abogado Aberardo de la Espriella, quien representó a la parte civil en el proceso, a quien acusó de haber promovido una campaña de hostigamiento en su contra.

“Se puso a gritar como loco y me juró que no iba a estar ni un mes en la casa, porque él se iba a encargar de que yo estuviera en la cárcel, que era allí donde debía estar, lo que en efecto ocurrió".

Asimismo, cuestionó la legalidad de algunas pruebas dentro del proceso, entre ellas un CD aportado por Edgar Ignacio Fierro, alias ‘Don Antonio’, que según indicó, fue declarado ilegal por carecer de cadena de custodia y por no ser audible.

 “Simplemente era la palabra del doctor Arcadio contra la de Edgar Fierro. No existía ningún elemento que me incriminara”, agregó.

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Conmovida, Gette insistió en que jamás tuvo motivos para mandar asesinar a Fernando Cepeda, ni conflictos con su hija, María Paulina Cepeda, con quien incluso, dijo “compartió parte de la herencia de su esposo”.

“Ni siquiera la consideré enemiga. Le entregué una parte de lo que me correspondía porque lo consideré justo”, manifestó.

Finalmente, pidió al juez que evalúe de manera objetiva las pruebas del expediente. 

“Me rehúso a pensar que en este país tenga más credibilidad un grupo de delincuentes que mataron a miles de personas y hoy se escudan en la Ley de Justicia y Paz que les dio la impunidad y la facultad de crear una supuesta verdad amarrada al capricho de sus intereses personales. Y yo, que estuve al servicio de la comunidad estudiantil, de la sociedad, sea criminalizada y juzgada sólo por los señalamientos infundados de estos delincuentes”.

Aseguró que su “único problema real fue no pagar las extorsiones realizadas por estos paramilitares”.